Mi madre comenta
que ella estuvo allí, tenia 8 meses de embarazo y asistió a la concentración,
mi padre fotógrafo también cada uno por su cuenta cada uno con motivos
diferentes, pero ambos coincidían en algo y me atrevo a decir que la gran
mayoría pensó lo mismo, “No había peligro alguno” quizá la policía pero que
podía pasar? Si solo eran un grupo
cuantioso de jóvenes gritando consignas, cargando pancartas y unos cuantos
oradores, con un sueño, anhelo, ideal, o como cada quien le quiera llamar, para
mi era en busca de un México mejor, y entre grupos de estudiantes, maestros y
ciudadanos ella se perdía en la multitud.
Los recuerdos no
son muy claros, dice que de un momento a otro ya para llegar a la palaza de las
tres culturas, empezó a ver militares y policías y cuando menos lo pensó se
encontraba corriendo entre las calles, entre la gente, entre los gritos, entre
el terror.
La inercia, la
gente, el instinto, que se yo, hizo que de pronto se escondiera, de ¿qué? De ¿quién?
De ¿quiénes? Sin saberlo, así como estaba con su embarazo de 8 meses debajo de
un auto se metió, junto con más personas, ¿cuántas? No sabe, -muchas dice- así pasó
el tiempo, mucho o poco, como saberlo cuando los segundos se hacen eternos y el
miedo te llega hasta los huesos. Cuenta de re repente llegaron militares y los
sacaron de debajo de los autos y muchos a todos los que hicieron los mismo, sin
saber si ya estaba a salvo o no, solo obedeció las instrucciones y los
formaron, “estaban apuntándonos” incrédula, segura de que había un error, y
entre los militares se encontraba un civil que les acompañaba, compañero del
trabajo de mi mama, al reconocerla hablo con
el oficial y justifico la asistencia de ella como parte del su trabajo, así
que los dejaron ir, corrió y corrió no sabe cuanto ni hasta donde, lo que vino
después todos lo conocen, pocos días
después dio a luz, un bebe de 8 meses de gestación, pienso que el parto
prematuro fue producto de ese día.
Hoy cerca de mi cumpleaños 45, siendo madre de
tres hijos, me pregunto, ¿qué paso en México al día siguiente? ¿Cuantos jóvenes
no llegaron esa noche y jamás volvieron y que pasó? ¿Dónde estaba cada familia, de donde
venían, a quienes amaron?, mi lógica mi
corazón me dice que era para que se armara una revolución, pero no, no paso
nada, salvo unas cuantas madres que
buscaron a sus hijos no pasó nada
Me duele mi gente, me
duele la muerte, me duele…
Me indigna el
silencio, me indigna la indiferencia…
Me duele que pudiera
más el miedo que el amor…
Lo que nadie se
imagino, es que callando las voces las convirtieron en gritos, que matando a
los jóvenes los hicieron eternos y que tanto dolor nos hizo inmunes
Este es solo uno
más de los testimonios que sin duda nunca pasaran en Televisa. Gracias por compartirnos
un poco más de la información que nos ocultan a diario, este es un testimonio
que me hicieron llegar y creí que era importante compartirlo.
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